Hacia tiempo que no iba al cine la verdad, sinceramente, ni me acuerdo de cuando fue la última vez que pise la famosa moqueta azul y me senté en esos asientos tan “aparentemente” cómodos, pero que tras 2 horas de película ya no te parecen tan agradables. Tal vez porque no encuentres que postura es la mas indicada (a pesar de que hayas probado mil formas de sentarte) , o simplemente lo que pasa es que estas acostumbrada a ver películas tumbada en el sofá de tu casa.
A 3 metros sobre el cielo. Esa era una de las frases estrellas de dos de mis amigas. Para ser exactos la frase que mas habían repetido durante toda la semana, seguida de: que ganas tengo de verla!
No me he leído el libro. Ni el primero, ni el segundo, ni ninguno. Resumiendo que iba al cine con muy pocas ideas de cómo sería lo que iba a ver. Lo único que sabía era que el protagonista era Mario Casas, que la película sería una empalagosada y que mis amigas querían verla YA.
Con estas pocas ideas, entré al cine. Cuando una de mis amigas sacó los pañuelos de papel cuando únicamente habían salido las letras del principio, pensé, a mi no me harán falta. Pero, una vez más, me equivoqué. Y al final acabe llorando como una tonta, pese a que yo estaba totalmente segura de que eso no pasaría. Es más, creo que es la vez que mas he llorado en el cine en toda mi vida…así que la próxima vez me quedare callada.
No os voy a contar la película, porque merece la pena ver. Pero, si me gustó tanto es porque, a pesar de ser una película, ocurren cosas reales (ay algunas escenas que no ocurren ni de broma) y que le podían ocurrir a cualquiera.
En fin, pese a mi opinión antes de verla, recomiendo que la veáis.
Os dejo el tráiler.
http://www.youtube.com/watch?v=AvczEHVSyW0&feature=related
Patricia S
